La localización de árboles frutales singulares es quizá el aspecto más relevante en un proyecto como éste. Ello sólo puede hacerse con la colaboración de las personas que habitan el medio rural y que conocen el territorio. Por ello, durante las primeras fases del proyecto se puso a disposición del público un formulario para que cualquier persona pudiera indicar la localización y características de aquellos árboles frutales que considerara de interés.
La labor iniciada con este proyecto no se puede considerar ni mucho menos acabada. Se pretende seguir contando con la colaboración de la gente, de modo que la base de datos y el banco de material vegetal puedan seguir creciendo.
La mayor parte de los frutales han sido identicados en el Valle de las Caderechas, ya que es una comarca de tradición frutícola y en la que, además, aún se conservan muchos pequeños huertos que constituyen el principal reservorio de variedades antiguas. Buena parte del Valle se encuentra, además, incluido en áreas protegidas de la Red Natura 2000 (zonas ZEPA y LIC «Sierra de la Tesla-Valdivielso»).
Aparte del Valle de las Caderechas, tan sólo en Belorado ha sido posible, por el momento, localizar algún frutal de variedades antiguas, pero «desconocidas». Ello a sido posible gracias a la colaboración de algunas personas.
La mayor parte de los árboles identificados han sido señalizados mediante la colocación de un cartel, pero todos ellos pueden ser localizados a través del Sistema de Información Geográfica que acompaña al proyecto.